Vamos a Conocer
1. Por qué los cuerpos flotan o se hunden.
2. A qué llamamos flotabilidad positiva, negativa y neutra.
3. Cómo podemos utilizar los pulmones para controlar
la flotabilidad. |
Junto con el cambio de temperatura, la falta de peso es una de las sensaciones más notorias al entrar en el agua.
Puede que esa pérdida de peso no sea excesiva y podamos irnos al fondo hundiéndonos lentamente.
Podemos aprovechar para experimentarlo, la primera práctica que vamos a hacer con el equipo ligero: la máscara, las aletas y el tubo.
Si con todo el equipo puesto nos tumbamos sobre la superficie del agua, con los brazos y las piernas abiertas boca abajo, mirando el fondo y respirando por el tubo, observaremos cómo podemos permanecer largo tiempo flotando. Sólo en algunos casos es necesario mover ligeramente las aletas para permanecer flotando. ¿Quién nos sujeta? Es evidente que el agua.
El agua ejerce una fuerza hacia arriba, que llamamos "Empuje", de sentido opuesto a la que ejerce la tierra sobre nosotros y que conocemos con el nombre de peso. De la correlación de esas dos fuerzas se desprende un resultado importante para cualquier cuerpo sumergido. Si predomina el peso, se hunde; si predomina el empuje, asciende; y si son iguales, el cuerpo ni se hunde ni asciende, se queda inmóvil, como puede hacerlo un submarino.
Estas tres situaciones las denominamos respectivamente flotabilidad negativa, positiva y neutra.
El peso aparente de los cuerpos al sumergirlos es igual a su peso real menos esa fuerza que produce el agua y que hemos llamado empuje.
Sabemos cuánto vale el peso de cada cuerpo, pero ¿cuánto vale su empuje?
Todos recordamos a Arquímedes y su famoso principio.
La fuerza ascensional, el empuje, depende del volumen que ocupamos y del peso del líquido que desalojamos.
El peso aparente es igual al peso real menos el empuje
Podemos hacer la prueba y descender al fondo con los pulmones muy llenos de aire o casi vacíos. Seguramente que notaremos la diferencia de empuje que sufrimos, pues en un caso y en otro ocupamos más o menos volumen. Más adelante veremos que cuando estamos respirando aire del regulador,llenar o vaciar los pulmones de aire, variando el volumen torácico, puede ser un buen sistema para controlar la flotación.
Si intentamos sumergirnos con el traje de neopreno podremos comprobar que ahora flotamos mucho más, puesto que ocupamos mucho más volumen y el peso sigue siendo aproximadamente el mismo. Ha crecido tanto el empuje que no podemos sumergirnos o nos cuesta mucho trabajo.
Al principio parecía que nuestro problema era flotar, no hundirnos, pero ahora vemos que nuestro problema puede ser lo contrario.
Si queremos descender y permanecer en el fondo con los pulmones ligeramente llenos o con un traje venciendo el empuje del agua, ¿qué podemos hacer?... pues ponernos mas peso para que se contrarresten las fuerzas, y eso va a ser la misión del cinturón de lastre que ya describimos en la introducción de este manual.